Hay momentos en la vida de un hombre, en los que tiene que enfrentarse a sus miedos, sus temores, sus más acérrimos enemigos. Tengo un colega (confeso al menos) que se pone malo perdido con lo que vienen siendo mayormente los atributos pectorales femeninos. Pero lo curioso, es que siempre dice que no hay que dejarse dominar. Y lo más gracioso es que muchas veces incluso se enfada para no "caer en su embrujo".
Y yo me lo imagino así, poseído por una furia incontenible, tratando de luchar contra sus propios y más bajos instintos, soportando el peso del deseo:
"El hombre, contra el pecho"
PD: Quien sabe, quizás sea una lucha perdida, o quizás sea un ejemplo que todos debemos seguir...
jueves, 18 de junio de 2009
Aguanta, Hulk, aguanta...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Gran post, jeje
ResponderEliminaryo no tengo tales problemas...
ResponderEliminarpetunia