Hace un par de meses fue con el Señor Otoño, pero esta mañana me he cruzado con su cuñado, el Señor Invierno. Resulta que el hombre ya llevaba unos días viviendo aquí, y se ha dedicado a amueblar un poco la ciudad. Así que hoy a las 8 me he econtrado caminando por la calle sobre una moqueta blanca, recién puesta. Le he comentado que se manchará mucho, pero el me ha dicho que la cambiará por una nueva cada poco. El caso es que debe tener estropeado el termostato, porque no hacía una temperatura muy agradable que digamos...
Pues sí, aquí también ha nevado, como en Pamplona, y la verdad es que el paisaje es bastante bonito. La única pega es que tenía la tarde libre y pensaba ir a París a ver como estaba la capital de preciosa cubierta de nieve, pero no ha podido ser. Y no ha sido por un problema climatológico, no os penséis. Ha sido porque todavía siguen de puta huelga. Qué país. Pero de todas formas, estoy contento, y espero que me siga gustando la nieve, no como a aquel argentino que se mudó a Canadá:
jueves, 17 de diciembre de 2009
Pasas los meses, y las estaciones (bueno, algunas)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe un Alias si no quieres dar tu nombre real, pero por favor, no firmes como Anónimo, ya que si no es imposible distinguir unos de otros. Gracias por comentar