jueves, 29 de octubre de 2009

God bless the SNCF (here we go)

Comenzaba nuestra pequeña aventura. Nos levantábamos a las 7 de la mañana (pero estamos todos locos o qué???) con dirección a la estación de tren para coger el primero de los muchos trenes en los que íbamos a viajar. Todo transcurría con normalidad (caras de sueño, bostezo, cabezaditas en el metro...) cuando minutos antes de la salida de nuestro tren, a Danielo le cambiaba el rostro tras preguntar a un amable revisor por qué no salía nuestro tren en la pantalla de Salidas.

- ¿Vais a Bruselas?
- Si
- Es que esos trenes salen de la estación "du Nord", no de Montparnasse.

(Aquí es importante imaginarse el careto de AMOTOS que se nos quedó)

Como sospecharéis, no teníamos una máquina para teletransportarnos (al menos no encima), por lo que perdimos el tren. Un planificado viaje, 3 ciudades en 4 días, al traste a las primeras de cambio. Mal empezamos. Y encima el billete no es rembolsable. Ale, 80 euritos a la basura. Cabizbajos nos dirigimos a la estación del Norte (ahora sí) y nos ponemos en la cola de la ventanilla de ventas. Por fin nos atiende una simpática moza, que pese a su serio semblante y tras pedirme la tarjeta de crédito, me dice que la broma de perder el tren me va a salir por...

- Cinq euros s'il vous plait
- Pardon?
- Cinq euros
- Excusez-moi, je comprend pas. Il sont 5 euros en total?
- Oui. Pour les gestions.

Todavía alucinando, le doy los 5 euros y la tía me da los billetes. OLE Y OLE. Esto si que es una compañía de transportes como dios manda. Nos tomamos un cafetillo mientras esperamos a que salga el tren, y por fin (ahora sí) partimos rumbo a Bruselas. A ver qué tal...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Escribe un Alias si no quieres dar tu nombre real, pero por favor, no firmes como Anónimo, ya que si no es imposible distinguir unos de otros. Gracias por comentar