sábado, 16 de mayo de 2009

Con permiso de Tolkien y compañía

Igual os resulta cursi, pero la verdad es que me la pela.
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Cuenta la historia que en un lejano reino de fantasía, existía un bosque que albergaba un gran tesoro en su interior. Se decía que ese tesoro era una fuente de la cual manaba un agua tan pura y cristalina que dañaba los ojos con tan solo mirarla, y que era capaz de otorgar la felicidad eterna a aquel que bebiese de ella.

En el reino convivían en perfecta armonía los elfos y las hadas. Las hadas eran pequeñas y frágiles, pero tenían alas y eran capaces de emitir un halo de luz muy brillante. Por su parte, los elfos eran valientes y grandes guerreros y rastreadores. La vida en el reino era apacible y tranquila, y la gente era feliz.

La leyenda dice que de entre todos los elfos, había uno particularmente triste y melancólico, y que existía un hada cuya pena era tan grande que había hecho que olvidara sonreír. Nadie conocía la causa de su tristeza, incluido ellos mismos, por lo que un día decidieron consultar al mago del reino. Éste les dijo que debían adentrarse en el bosque perdido en busca de la fuente. El bosque era tan denso y oscuro, y estaba plagado de tantas criaturas y peligros, que todo aquel que había osado adentrarse en él nunca había regresado. El camino era arduo y difícil, pero era su única opción.

Así que el elfo y la hada se adentraron en el bosque. A pesar de la oscuridad reinante y la densa arboleda, la luz de ella iluminaba el camino y permitía que él se orientase. De pronto, una fiera salvaje les atacó. En medio de la refriega, la espada del guerrero golpeó al hada justo en el instante en el que daba la estocada final para matar a la bestia.

El hada no entendió porqué el elfo le había hecho daño, así que dejó de dar luz y salió volando. Pero tras un rato volando a ciegas, se dio cuenta de que no podía atravesar el techo de ramas y hojas que cubría el bosque, y de que no era capaz de orientarse, por lo que no podía escapar. Pero ya era demasiado tarde. El elfo gritó y buscó al hada con todas sus fuerzas, pero no fue capaz de encontrarla. Y cuando el hada por fin regresó al punto donde la bestia les había atacado, el elfo ya se había ido. Y nunca más se supo de ellos, aunque quizás se encontraron por fin y llegaron al centro del bosque. Eso solo ellos lo saben...

5 comentarios:

  1. AY,AY,AY,que esto suena a disculpa soterrada ,espero que te perdonen,jajaja.v.

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  2. Pero que dices, V. Una disculpa? Dónde? Que cosas tienes, de verdad...

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  3. Hombre,pues yo guardia forestal no soy,pero eso de que el arbol no te deja ver el bosque suena a:la he cagado,yo solo te quiero a ti....V.

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  4. Yerras completamente, mi querida V. Algún día me lo recuerdas y te lo explico...

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  5. Vale,a ver si algun dia terminamos una conversacion porque llevamos un record de inacabadas,sera la falta de ocasion.v.

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