Inocente, inocente...

Así es como me declaro de las ultimas acusaciones que ha vertido sobre mí uno de los enchufados, diciendo que recurro al sexo porque tengo el blog de capa caída. Eso es TOTALMENTE INCIERTO. En este blog se ha recurrido al sexo desde la mismísima entrada nº 2 (ay, que me entra la emoción, que recuerdos, qué nostalgia...), y si no me creéis, a los pechos me remito. Siempre he considerado que el sexo es algo natural, y que como tal hay que tratarlo. No entiendo a qué vienen esos alarmismos por un villancico ciertamente curioso y un par de fotos pseudo-calentorras. Iñaki, pensé que esa manera de tocar el violín iba a despertar en ti sorpresa, no reproches morales...

Pero lo que me parece todavía más curioso, es que este comentario estaba precedido por otro firmado por un anónimo (para variar), en el cual se pedía mas carne. Y yo me pregunto, ¿Qué camino debe tomar este blog? ¿Debo complacer a unos o a otros? Lo he estado meditando concienzudamente (unos 6 o 7 segundos), y he llegado a la conclusión de siempre: Hago lo queeeeeeee quierooo, cooooooon mi pel... blog. Que hago este blog para ahorrarme el psiquiatra...

En cualquier caso, hoy lo que quería era poner un post cultural, porque todo el mundo sabe que hoy es el día de los santos inocentes (Juan y Medio se encargará de recordároslo a la noche), pero puede que alguno no sepa qué es lo que realmente se conmemora en este día. Os pongo en antecedentes:

Estaba Herodes, Rey de Judea, (que menudo pájaro era el tío...) tan tranquilo en su casa, cuando le fueron a comer la oreja sus asesores diciéndole que iba a nacer el Mesías en Belén, y que iba a ser el nuevo Rey de los Judíos. Claro, esto bien, lo que se dice bien, no le sentó al buenazo de Herodes. Así que no se le ocurrió otra cosa que mandar matar a todos los menores de 2 años (por aquello de la retroactividad legal) en Belén y alrededores, por si acaso, no fuera a ser que por una cuestión territorial la fuésemos a liar...

Y eso es lo que se conmemora cada 28 de Diciembre, el día de los Santos Inocentes. Os imagináis que a Juancar le diera por ahí y mandase matar a todos los menores de 2 años? Para que luego digan que la monarquía no avanza... Menos mal que Juancar es un tio sincero, honesto y buena gente. Y para demostrarlo, aquí os dejo con su discurso de navidad, por si no pudisteis verlo el otro día en directo: