Pregúntale a Maider (o no)

Comienza hoy la sección de nuestra querida colaboradora Maider. Todavía está a prueba, así que va a tener que esforzarse la muchacha si quiere seguir de becaria. Pero bueno, vamos al tema. Esta semana hemos recibido pocas preguntas, espero que por desconocimiento y/o vergüenza, pero seguro que la semana que viene tenemos más. Esta semana, un chico le preguntaba a Maider lo siguiente:

Hola amiga Maider.

Soy el señor X, llamamé así para ser más discretos. Tengo un gran, (nunca mejor dicho lo de gran) problema con las mujeres. Resulta que tengo un jocoso cachalote de grandes dimensiones, y claro, en cuanto lo ven se asustan. ¿Debería reducirmelo? He probado de todo, pensar en mi abuela para que decrezca, meterlo en agua con hielo, pensar en gatitos muertos... pero nada. ¿Qué debo hacer?

Gracias amiga Maider.

---------------------------------------------------------

Querido señor X,

Me parece adivinar tu identidad, pero la mantendré en secreto porque soy discreta y porque, si tienes de verdad el armamento que dices tener estaré encantada de comprobarlo personalmente: mi teléfono es el 625... oh! me estoy yendo por los cerros de úbeda.

En primer lugar quisiera que dejases de pensar en abuelas y gatitos muertos porque, según parece, en lugar de disminuir tu deseo sexual lo aumenta de manera jocosa y bizarra. Lo que deberías hacer es buscar en tu interior algo que te de muchísimo asco (léase alguna damisela con gafas o algo parecido).

Si no encuentras algo así, solo me queda decirte que "a grandes males, grandes remedios", así que deberás buscar una hembra que tenga una foz de Lumbier a la que no le hagas ningún destrozo. De todas maneras recordarte que el sexo no es prioritario y también puedes compartir con las chicas momentos especiales como ver atardeceres y cogeros de la mano, que no da tanto gustirrinín pero tiene su intríngulis.

Espero haber resuelto todas tus dudas y, si no es así, por favor no dudes en llamarme.Atentamente tuya,

Maider