Este es el titulo de un artículo de Arturo Pérez-Reverte que tengo recortado desde la fecha de su publicación, el 7 de septiembre de 2008. No se por qué, me baje el XL semanal a la biblioteca en época de exámenes, y en un ratillo de descanso le eché un vistazo. Desde entonces lo guardo con cariño entre mis apuntes.
Ni que decir tiene que conforme iba leyendo el texto, mis carcajadas eran cada vez más sonoras, hasta que mis compañeros tuvieron que llamarme la atención. Como bien os decía ayer, cuando el Gobierno se pone en plan "Choca esos 5, tronco", es sorprendentemente hilarante. El caso es que no le voy a llegar ni a la suela del zapato al señor Reverte, así que os dejo con un par de joyitas:
"En lo que a mí se refiere, cuando voy por la carretera con un ojo en el velocímetro y otro en los innumerables hijos de puta que pasan a ciento ochenta, no quiero que los paneles me den las gracias por no correr ni por ninguna otra maldita cosa. Nadie va más despacio por eso. Lo que necesito, si se me calienta el acelerador, es que alguien con autoridad, en los paneles o en donde sea, me advierta de que si meto la gamba me va a crucificar en cinemascope. Sin piedad. No quiero sonrisitas, guiños y achuchones afectuosos, sino que me pongan las cosas claras. «Si corres, te vas a romper los cuernos», por ejemplo, da poco lugar a equívocos. «No te pases un gramo, que te lo pesan», es otra posibilidad. Sin excluir «Como vayas rápido, te metemos el carnet por el ojete», «Recuerda que tu futura viuda todavía está potable» o «Como te pillemos borracho vas a jiñar las plumas, cabrón». Cosas así, vamos. Directas. Elocuentes."
"En un mundo ideal, tipo bosquecito de Bambi, todo eso estaría de perlas. Valses de la Cenicienta, ya saben. Eres tú el príncipe azul. Pero éste es el mundo real. La peña sólo respeta al prójimo cuando no cuesta esfuerzo ni dinero; en lo otro va a lo suyo. No hay más eficaz apelación a la conciencia de un ciudadano que prevenirlo por el artículo catorce: si delinques, te molemos a hostias. (...) Lo que tienen que hacer los Estados y los gobiernos, y aquel a quien corresponda, no es derrochar cariñitos, sino eficacia: guardias civiles que inspiren respeto y radares que trituren carnets. Machacar al infractor, como es su obligación, y ahorrarnos simpatías imbéciles."
Y aquí el artículo entero.
sábado, 17 de enero de 2009
Es simpático, el imbécil
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He leido el artículo entero, y pienso que hay alguna parte más interesante que la que has puesto, como por ejemplo el último párrafo.
ResponderEliminarEn cuanto a su contenido, no estoy muy de acuerdo francamente. No me parece mal que te den las gracias, si ello va acompañado como es obvio del peso de la ley, que yo creo que así es como es. Tampoco creo que sea para cabrearse, ni que suponga un insulto a la inteligencia de nadie.
Eso sí, otra cosica pienso acerca de la campaña del condón. Creo que es un asunto lo suficientemente serio, como para poner un anuncio en condiciones, que por ejemplo te informe de la cantidad de gente que contrae el SIDA por culpa de no usarlo.
Y en la línea de ese tipo de campañas del gobierno, me ha venido a la memoria la que hizo zapatero, con lo de la igualdaZ, la verdaZ y no sé que más, que me parecen esperpénticas. Ahí sí que coincido en lo que dice Arturo Perez Reverte,"Porque el Estado no puede ser simpático nunca. Lo suyo es recaudar, reprimir, organizar. Dar por saco. El Estado es el mal necesario".
Siento la parrafada, pero me apetecía contaros mi opinión. Jaja zoco, a este paso el blog lo voy a hacer yo ;) Un saludo
Oye,Dani ;so avanto,dejanos decir algo a los demas ,tio que lo largas todo y no dejas resquicio ,un saludo,majo.V.
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